PROTAGONISMO Y ENCUESTAS: LA ECUACIÓN QUE NO CALZA
26 abril, 2019
Semanas complejas son las que está viviendo el Gobierno. Todo el brillo que se esperaba tuviera la gira del Presidente Piñera a China se ha visto empañada en términos públicos por el episodio de Codelco, por las críticas a la presencia de dos de los hijos del Mandatario en el viaje y por las derivadas de las investigaciones por tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y prevaricación en la sexta región. Los intercambios de mensajes de WhatsApp de abril del 2017 entre el ahora Ministro del Interior, Andrés Chadwick y el Alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, solicitando al edil apoyo para el Fiscal Emiliano Arias, pusieron nuevamente en entredicho al hoy Vicepresidente de la República, tras meses de arduos esfuerzos por dejar atrás los cuestionamientos por el caso Catrillanca.
En el ámbito de la Salud, el Ejecutivo envió al Congreso el Proyecto de Reforma a las Isapres y Fonasa anunciado por el Presidente Piñera, abriendo un debate por largo tiempo postergado. El Gobierno ha asegurado que la iniciativa terminará con las preexistencias, las discriminaciones por sexo y edad, así como con la multiplicidad de planes que confunden al afiliado en la toma de decisiones. No obstante, ya han surgido críticas desde la oposición, que acusan que la propuesta legitima la concepción de la salud como un negocio. Lo anterior se vio ratificado por la desafortunada frase del Presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes de que “No puede, el sistema de Isapres, darse el lujo de recibir gente enferma”.
Tampoco el Proyecto de Admisión Justa augura un resultado fácil para el Gobierno. En la Comisión de Educación los parlamentarios de oposición han dado garantías de que enfrentarán unidos este debate (incluida la DC) y que en la Sala cuentan con los votos para impedir una iniciativa que atacaría el corazón de una de las Reformas principales en Educación: la Ley de Inclusión de Michelle Bachelet”.
No obstante lo anterior, el Gobierno -a través del Ministerio de Desarrollo Social y de la Familia- se anotó un punto con el inicio de la campaña El Peor Abuso, con la que se busca detectar, denunciar y detener actos de abuso sexual contra niños.
Multiples anuncios: Ya sea por las críticas de sequía legislativa del 2018, por la proyección estratégica de este segundo año, o por la ansiedad que parecen generar en el Ejecutivo las cifras de las últimas encuestas, el Gobierno ha perdido el foco de lo principal e inaugurado una dinámica de múltiples anuncios públicos y envíos de proyectos de ley al Congreso, de cuyo curso no siempre logra obtener los resultados esperados. Según la encuesta Cadem de esta semana, un 36% aprueba y un 50% desaprueba la gestión del Presidente Piñera. Además, la percepción de que un 48% de los consultados, piensa que Chile va por mal camino -el más alto en lo que va de su segundo mandato- refleja una falta de concordancia entre el tremendo esfuerzo desplegado y los magros resultados en términos de adhesión ciudadana.
A modo de ejemplo, aun cuando el Gobierno logró una votación favorable a la idea de legislar la Reforma Tributaria, se trató de un paso apenas inicial en un tema que significó un importante desgaste político para el oficialismo, que no logró desinstalar la idea de que se trata de una iniciativa que favorecerá al 1% más rico de la población. Además de que no hay garantías respecto de su resultado final, no está de más considerar que este tema está muy lejos de aparecer entre las prioridades ciudadanas.
Otro tanto está sucediendo con la Reforma de Isapres y Fonasa enviada esta semana por el Ejecutivo al Parlamento, cuyo contenido ya está en el centro de las críticas. Sus detractores señalan que la propuesta consolida un sistema privado que concibe la salud como un negocio, en perjuicio del fortalecimiento del sistema público (Fonasa), al cual accede alrededor del 80% de los ciudadanos. Igualmente sucede en Educación, donde la Ministra Cubillos enfrentará un duro trámite para la iniciativa legislativa Admisión Justa, la que repone la selección por mérito. Esto último es considerado por la centro-izquierda como un ataque al corazón de la Reforma legada por el Gobierno de Michelle Bachelet en términos de inclusión.
En este contexto, bien vale hacer algunas reflexiones:
Clave 1: Esta segunda Administración de Sebastián Piñera hizo dos promesas principales a la ciudadanía: mejorar sustancialmente la economía y garantizar más seguridad para las personas. Fue, en su momento, una acertada lectura de la sociedad chilena, pues se trata de dos temas prioritarios y de gran preocupación cotidiana para las personas. ¿Qué ha pasado con estos compromisos? Veamos:
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A un año de gestión, las cifras de crecimiento económico no logran expresarse en más y mejores empleos. De hecho, según la Encuesta de Percepciones y Expectativas Económicas de la U. de Chile, en el 2018 la falta de empleo se ubicó en el tercer lugar de los principales problemas de la gente y en el último trimestre pasó a segundo lugar, desplazando incluso a la salud. Ayer, jueves, se dieron a conocer las cifras de desempleo según Microdatos de la misma casa de estudios y, en el gran Santiago, se mantiene en 7,6%, lo que significa que los esfuerzos gubernamentales en materia económica no se han reflejado en un cambio positivo para las personas.
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Los estudios de Microdatos de la U de Chile muestran también que, a diciembre de 2018 en Santiago, el problema principal lo constituía la seguridad ciudadana. Es decir, tampoco se ha logrado mejorar la percepción de control de la delincuencia y los medios muestran que los robos y portonazos continúan siendo pan de cada día y cada vez con mayores grados de violencia.
Clave 2: El Presidente Piñera ha ido construyendo una suerte de auto-boicot a la gestión con su clara determinación de “apurar el tranco”. Lo hace abriendo la agenda en diversas direcciones, sin la debida profundidad, sin control de los resultados y con el consiguiente y comprensible malestar de su base de apoyo. El excesivo protagonismo y apresuramiento del Mandatario le hace correr riesgos innecesarios, instalando muchas veces conflictos nuevos en temas de gran sensibilidad ciudadana, como es el caso de los medidores inteligentes.
Clave 3: Reiterados reclamos ha expresado parte del oficialismo al Mandatario por abarcar materias que, aunque las encuestas detecten como de interés de las personas en una determinada coyuntura, no estaban en el Programa de Gobierno, como por ejemplo, los denominados temas “valóricos”. Muchos de ellos, por cierto, no generan los consensos mínimos dentro de la propia coalición gobernante, por lo que no hacen otra cosa que relevar las diferencias internas.
Clave 4: Como un grave error y un retroceso del carácter universal de los DDHH se calificaba al cierre de esta edición, el envío de Chile junto a otras 4 naciones –Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay, de una nota dirigida a la Corte Interamericana de DDHH solicitando respetar el “margen de autonomía” de los países para asegurar el respeto a los derechos humanos de las personas en sus territorios. Aparte de parecer contradictorio este texto con las demandas por el respeto de los DDHH en Venezuela, la iniciativa ha sido rechazada duramente por diversos senadores. El Senador Carlos Montes (PS) y su par Ricardo Lagos Weber (PPD) advierten que, con esta declaración, se puede “interferir en la independencia de la que tiene que gozar la CIDH en el desempeño de sus funciones”. Lo que está claro, a fin de cuentas, es que éste hecho aparece como un nuevo flanco abierto innecesariamente por el Gobierno que, por añadidura, está lejos de contribuir a generar el ambiente necesario para el diálogo y los acuerdos.