Los ciudadanos protagonistas como
pacientes, propietarios y sociedad:
un modelo de salud centrado en las personas.
Francesc Moreu Orobitg
Barcelona, Febrero 2021
El triple rol de los ciudadanos
Los ciudadanos quieren asumir en un modelo social que se orienta, no a la democracia participativa sino a la democracia deliberativa plena, su triple rol en el ámbito de la Salud como clientes, propietarios y como sociedad, en un escenario de empoderamiento tanto individual como colectivo que no puede reducirse a aceptar su protagonismo “ex-post” sino que esencialmente debe poder ejercitarse “ex-ante”
1. COMO SOCIEDAD
Su voz, como sociedad, debe ser escuchada tanto a la hora de establecer las estrategias de la política de Salud (Plan de Salud), como hoja de ruta de las políticas públicas en lo tocante a la Salud, como para implicarlos en las prioridades y direccionamientos de los recursos escasos para dar así cobertura social a los racionamientos y comprometerlos ante sus responsabilidades individuales sobre su salud aunque su protección sea una responsabilidad colectiva.
No bastan para ello los ejercicios de transparencia y rendición de cuentas a posteriori, sino que los ciudadanos deben estar tambien a priori, a la hora de las decisiones que les afectan.
2. COMO PROPIETARIOS
Los ciudadanos como “propietarios” (el carácter de propietarios es mucho más evidente si la financiación es via impuestos en vez de cotizaciones) de los recursos de provisión pública deben estar en la gobernanza de estos dispositivos, representados a través de los entes locales en los cuales estos dispositivos tienen responsabilidad poblacional.
En dicha gobernanza junto a estos representantes deberían estar los de la empresa pública (o cualquier otra figura jurídica que amparase el spin off de estos dispositivos respecto la autoritas y potestas) y consejeros “dominicales” que aportasen una mirada de excelencia tanto en lo tocante a la gestión del “negocio” como de la “empresa”.
En este orden de cosas los entes locales, los municipios, deben situarse en la gobernanza y abandonar la gestión de la APS que debe incorporarse o a la “empresa pública” de provisión, permitiendo de verdad una gestión en red y consecuentemente la gestión integral de toda la cadena del valor, en base a consignaciones capitativas a la red para compartir riesgo y facilitar la atención donde esta sea mas coste efectiva.
Otra opción en un modelo mas avanzado, tipo HMO, sería vincularse a la aseguradora publica para asegurarse el control del riesgo y de las derivaciones.
3. COMO CLIENTES
Los ciudadanos como clientes no deben ser considerados únicamente como un “target” sino como un socio colaborador necesario en todas aquellas decisiones que les afectan, lo que implica tener en cuenta tanto necesidades como expectativas, oír su voz a la hora del diseño de los procesos por los cuales transitan (mejor Disseny Thinking que Lean) y darles elementos para que puedan ejercitar su autonomía en las decisiones clínicas que les atañen, proporcionándoles para ello información y formación para facilitar las mejores decisiones compartidas con los profesionales, facilitándoles también la adherencia en los tratamientos
Conclusión
Situar a los ciudadanos en el centro es algo más que una declaración de intenciones que solo será efectiva de verdad si se articula a través de las tres dimensiones citadas.