Peso pluma y el suma cero político
Por Ignacio Imas, gerente asuntos públicos Imaginaccion
La Segunda / columna de opinión
17 de enero 2024
La polémica en torno a la invitación de Peso Pluma al Festival de Viña del Mar ha capturado la atención de todos: desde una columna de opinión llegamos a que el directorio de TVN solicita cancelar la invitación, y la acción del diputado Álvaro Carter ante Contraloría para examinar los criterios de contratación. Este debate se ha vuelto inevitable al analizar el estado actual de nuestra política.
Es importante señalar que Peso Pluma no es una víctima en este contexto. Sin embargo, esta controversia alimenta la cultura de la cancelación. La percepción de que su música constituye una 'apología al narcotráfico' revela una desconexión total entre nuestras élites y ciertos grupos, especialmente los jóvenes. Es relevante destacar que este artista ha sido invitado a programas de televisión en Estados Unidos y ha confirmado su participación en el festival Coachella, en un país que no podría ser tildado de cómplice del narcotráfico.
Creer que la cancelación de la participación de Peso Pluma resolverá el problema del consumo de drogas en Chile resulta absurdo. El desgaste de nuestros dirigentes en conferencias de prensa podría destinarse a esfuerzos más efectivos; el Estado en su totalidad está perdiendo la batalla contra el abuso de drogas y las actividades delictivas asociadas, como el lavado de dinero.
Esta situación pone de manifiesto la forma que ha tenido nuestra política de resolver problemas, a través de actos llenos de rimbombancia pero con nula profundidad. Los jefes de bandas delictuales, los cabecillas del narco, seguramente desde sus puestos de poder se mofan de esta situación, mientras continúan planificando sus negocios ilícitos y destruyendo la vida de cientos de personas y estigmatizando territorios de nuestro país. Asimismo, todo este show mediático por parte de intelectuales y políticos sólo ha vuelto a Peso Pluma aún más famoso de lo que era hasta hace unos días. Podría apostar doble contra sencillo que en las aplicaciones de música ha aumentado significativamente sus reproducciones con los ingresos adicionales asociados, por supuesto. Por lo tanto, se ha conseguido el efecto contrario de lo que supuestamente se quería lograr.
La necesidad de obtener atención está llevando a nuestros políticos a comportamientos que en última instancia resultan risibles, y confirma que han perdido la brújula. Una vez más llegaremos al punto en el que el problema de fondo no ha sido abordado y continuará sin solución. En medio de la búsqueda de una popularidad momentánea, la verdadera responsabilidad de abordar los desafíos fundamentales de nuestra sociedad queda relegada. Llegamos al punto donde todos hemos perdido, una vez más, mientras las soluciones reales son desplazadas por la efímera satisfacción de las estrategias superficiales.