Un guion de película.
Por Claudia Miralles, gerenta de Comunicación Estratégica Imaginaccion
La Segunda / Columna de opinión
26 de julio 2024
La campaña electoral de EE.UU. ha dado un giro espectacular, ilustrando de manera notable la importancia del relato en la política. Hasta el domingo, el Partido Demócrata aparecía derrotado, antiguo, con una presidencia vacilante y un candidato cabizbajo y desorientado. Desde la desastrosa participación de Joe Biden en el debate del 27 de junio pasado, los acontecimientos parecían sacados de una película. Un presidente confuso, con problemas para terminar las frases, era retado por un expresidente que salió herido de un intento de magnicidio, tras lo cual fue aclamado de manera unánime en la convención de su partido.
En un dramático giro del guion, la presión de la opinión pública, de los medios y de los donantes forzaron al candidato Biden a renunciar. El Partido Demócrata logró unirse en menos de 24 horas en torno a una figura que es la antítesis de Biden, la vicepresidenta Kamala Harris. Una mujer moderna, dura, que recordó su experiencia de fiscal para interpelar a un contendor como Trump, recientemente condenado por un antiguo caso de soborno vinculado a un encuentro sexual que se quiso mantener oculto. 'Fui fiscal, conozco a los tipos como él', fue su primera frase de campaña.
Si hasta la semana pasada el relato electoral era el de un 'SuperTrump' enfrentado a la decadencia de los políticos tradicionales, ahora es la fiscal contra un criminal convicto.
El relato demócrata se oxigena, además, con el liderazgo de una mujer perteneciente a las minorías étnicas de EE. UU. que, con rudeza y sin complejos, logró en 48 horas cambiar la conversación dominante en los medios y capturar 100 millones de dólares en donaciones de campaña, provenientes de más de un millón de personas que han recuperado la esperanza.
Un buen relato comunicacional tiene el potencial de dar vuelta una situación sobre la base de movilizar emoción, razón y acción para instalar una narrativa favorable ante la opinión pública.
El eje estructurante de los partidos en la era de la comunicación masiva es su política comunicacional. Casos exitosos en Estados Unidos, como el del primer Barak Obama ('Yes we can') o el de Trump (Make America Great Again), demuestran que quien logra imponer su relato tiene la primera opción electoral. Una lección para Chile.
